5.30 de la mañana. Suena el despertador. Sin
mucho esfuerzo me levanto de la cama
Voy al gimnasio a hacer el primer entrenamiento del día. Para lucir hay
que sufrir, dicen .
La calle esta oscura. Ni un alma, ningún
ruido. Todo el mundo duerme, incluso el gato negro que yace perezoso al lado de
mi coche. Escucha ruido y se asusta extrañado que haya alguien que se atreva a
compartir la calle con él a esas horas.
Me podría quedar una hora y media más en la
cama en buena compañía ? Puede que sí, pero me encanta hacer deporte y estoy
preparando diferentes retos. No puedo parar ningún día, llueva, haga frío o se
llame como se llame el día: domingo? Es un día norma , ¿verdad ?
Planteo dos grandes objetivos para esta
temporada: bajar de 1h 30' en media maratón (4'menos que mi mejor marca )
y, sobre todo, hacer un buen papel en la media ironman de Calella (1.900m
nadando, 90 km de bici y 21km de correr ).
El camino será largo, las horas que deberé
dedicar serán muchas. Sé que será una lucha continua, un sacrificio diario,
una pelea constante entre yo y el reloj. Intentaré recortar horas de sueño,
combinar deporte con familia y trabajo. Pasaremos momentos duros , pero también
de satisfactorios .
La temporada la empiezo mejor que la anterior,
sin lesiones y aumentando gradualmente el volumen de entrenamiento. Le doy caña
primero el correr, para coger fondo. La media maratón clave es la de Granollers,
en febrero. Tengo tiempo de sobras. Sigo el mismo entrenamiento que mis
compañeros de SBR que preparan la maratón de Barcelona. Me va genial poder
compartir tiradas largas y duras series con ellos.
Después de hacer un test no muy bueno en
diciembre en la media maratón de Mataró, sigo limando el entrenamiento para mi
objetivo.
Y llega el día esperado. En Granollers hace un
frío que se las pela, pero el ambiente es magnífico y somos unos cuantos compañeros
de equipos que la disputamos. Me concentro para hacer una buena carrera y me
engancho a la liebre de la 1h 30 ', el gran Marc Rius, buen amigo de Granollers.
Sigo bien el ritmo , tranquilo. En el km 13 Marc empieza a apretar y no le puedo seguir. Pensamientos negativos
hierven en mi cabeza. Una vez más fracassaré, pienso. Aprieto los dientes pero
la sensaciones no mejoran, ni el ritmo tampoco. En los 3 últimos km una
multitud llena las calles de la capital vallesana. Pienso, venga tio aprieta
que por algo has entrenado al límite. Lo doy todo y empiezo a esprintar. Paso
Marc, y me dice "venga que bajas de la hora 30 ". Sigo apretando y
finalmente paro el crono en 1h29'30' ! Primer objetivo conseguido.
Ahora queda el segundo: la half de Calella.
Tengo tres meses para acabar de afinar en bici y nadando. Estoy haciendo una
buena pretemporada en la piscina y necesito hacer más bici ya que el circuito
no será llano, precisamente. Vamos sumando km y km y madrugando día sí,
día también con Joan y Alberto.
Hago un par de duatlones sin demasiados buen
resultados. En la de Vic empiezo bien pero al saltar sobre la bici noto un
tornillo dentro del zapato.
No paro para sacarlo, no sea que perdiera tiempo.
Cuando bajo de la bici para poner a correr flipo del daño en el pie. Ostras,
mira que iba bien ...
Vuelvo a dedicarme a hacer tiradas largas y a
aumentar los km de bici. Cada vez me siento más fuerte y eso se palpa en las
fotos, je, je .
Todo va por buen camino. Sigo bien los
entrenamientos, sin fallar mucho, sacrificando-me.
Mi entrenador, Miquel Blanchart, me recompensa
esta buena labor seleccionando-me entre los seis hombres que competiremos por
SBR Open Team en la triatlón por equipos de El Prat.
Me hace mucha ilusión pero la organización me
hace una mala jugada y cambia el día de la competición: la prueba será el mismo
día que se casa mi hermano menor, Juli. Tiene narices la cosa. Pero como hijo
de la Rosa Vila he heredado el querer hacerlo todo, así que ... lo haremos
todo: mañana de tri y tarde de boda. La semana es dura: trabajo, entrenamientos
e incluso preparo dos espectáculos para la boda con Sergi y Toti ( qué cracks!
). Podremos con todo?
En la triatlón llego estresado y con miedo de
no aguantar los cracks de mis compañeros .
Llega la hora de la salida y la mar para
variar, está muy movida. Nos ponemos alineados pero sufro por las olas y por
seguir los de delante. Por unos instantes quiero parar.
Pero un SBR no se hunde nunca. Y continúo. En
la bici sufro lo que no está escrito pero Alberto me ayuda a hacerlo más
llevadero. Puedo empezar a correr sin que me decalifiquen y eso me hace feliz.
Y acabamos esta gran foto de familia.
Rápidamente cargo la bici y a todo gas de vuelta
a casa, ducha, comida en 10’ y transición hacia la boda del brother y Aleidis (
12h de boda con lectura y show de un servidor incluido).
Y después de los excesos toca volver a
entrenar, a recuperar la rutina ya que en 10 días llega el gran reto del año,
el sueño que he tenido cada día a la mente, lo que me ha hecho seguir adelante
con el entrenamiento a pesar de la pereza, a pesar del frío, a pesar de la
lluvia: la Half Challenge de Calella . 6 horas de lucha y esfuerzo, pero de
placer intenso.
Este año el recorrido ha variado, con un
perfil de bici mucho más duro, subiendo hacia el Montseny. Previamente hago en
tres ocasiones el recorrido, pero las sensaciones no han sido del todo buenas.
Aún así me siento muy bien y muy ilusionado.
El año pasado estaba apuntado pero unos temas médicos me impidieron hacerlo.
Este debe ser el año. Los días previos son exitantes y más cuando me pasan dos
cosas que nunca imaginé : unos amigos de la tele me piden ser el protagonista
del spot promocional de la carrera ( que se retransmitirá en directo por toda
Europa ) y también me invitan a una tertulia en la tele con el director de la
carrera y otros triatletas . Es un sueño ? No .
El día antes de la prueba es una fiesta. Somos
12 del equipo que la hacemos y nos encontramos en boxes mientras dejamos todas
las cosas a punto en cada una de las tres bolsas.
Intento irme a dormir temprano pero no puedo
conciliar el sueño. La excitación no me deja. Me levanto a las 4 de la
madrugada para desayunar e ir hacia Calella. Tic , tac , se acerca el momento
de saltar al agua en bloques de 500 personas. En los primeros metros son
frecuentes los golpes entre unos y otros para coger una buena posición. El mar
se ha quitado movido, mar de fondo, lo llaman. Enfilamos una larga recta con el
sol de cara que no nos deja ver las boyas y la línea a trazar. Cuando llevo 15
' nadando veo que estoy casi en la playa y la boya a 100 metros adentro. Toca
rehacer el trazado. Finalmente salgo del agua mareado como un pato y me cuesta
encontrar mi bolsa de bike entre las dos mil que hay. El mareo no me deja
recordar mi dorsal y eso que lo tengo apuntado al gorro de baño.
Finalmente cojo la bici y me dispongo a hacer
los 90 km. Me siento genial encima la bibicleta, con fuerzas. Subo mejor que
nunca el puerto de Collsecreu, avanzando otros corredores. Saliendo de Sant
Celoni todo se trunca Se me quita
la cadena, paro, me cae la rueda y con los nervios y viendo como pierdo tiempo
no hay manera de arreglarlo. Una jueza me amonesta y me dice que me descalifica
porque me están ayudando. Lo salvo y me pongo más nervioso. Paso del tiempo y
vuelvo a subir a la bicileta para empezar la subida más dura. La subo bién pero
en el km 45, cuando ya sólo queda la bajada y vuelta a hacia Calella y
Collsecreu pincho la rueda en tres ocasiones . Me quedo tirado allá arriba en
el Montseny, sin más camaras de recambio. Tardan 2 horas en venirme a recoger.
Mis ilusiones se desvanecen, todo el esfuerzo que había hecho para llegar aquí
se desmorona, a la mierda las horas de lucha para conseguirlo. Además me habían
venido a ver a mi madre y mi mujer. Sufro por ellas que no sabrán qué me pasa.
Incluso Gemma, una amiga de Calella, me había preparado una pancarta de ánimos
cosida a mano para cuando hiciera la parte de correr.
Después de cambiar un par de coches escoba con
todos los que nos hemos quedado en el camino y cuando ya han pasado cuatro
horas del incidente, finalmente llego a Calella. Estoy fuera de carrera .
Me dejan a 2 km de meta pero yo quiero llegar
sea como sea, era mi ilusión . Me quito los zapatos de bici y me pongo a correr
descalzo hasta boxes. Cambio de zapatillas y me dicen que no puedo salir pero
yo salto la valla y me pongo en el circuito . Voy hacia meta con mejor ritmo de
los que están corriendo en esos momentos, claro. Córrro 3 km y entro a meta con
rabia por todo lo que ha pasado.
Los días siguientes son tristes . Maldigo lo
que me ha pasado en cada instante . Pero mi entrenador Miquel Blanchart me hace
un regalo muy especial, su camiseta de Finisher de la IRONMAN de Lanzarote en
la que ha terminado en 2 ª posición. Qué detalle, qué gran persona .
Me recupero anímicamente pero no tengo otro
tiratlón como objetivo hasta julio en Palamós. Me hace ilusión pero llega a la
peor época de trabajo con más de un mes trabajando 10-13 horas al día e
intentando buscar horas para entrenar .
Llegamos a Palamós con muchas ganas y sobre
todo porque Anna me acompaña a la competición. La prueba es sin neopreno y eso
me gusta. Nado ni bien, ni mal . En la bici pero tengo problemas con los frenos
y todo el mundo me pasa en la bajada. En la parte de correr empiezo recuperando
posiciones pero los últimos de los 10km se me hacen eternos. Hace un calor
espantoso (13 de julio) y corremos al lado de la playa. Qué envidia me da la
gente que reboza en la arena ! Llego esprintando . Aunque no ha sido muy buena
prueba nos lo hemos pasado muy bien con estos grandes compañeros de equipo.
Volvemos al trabajo en la época más intensa y
después llegan las esperadas vacaciones. Los primeros días me pongo enfermo.
Que curioso no?
Me quiero tomar estos días tranquilos, sin
hacer ningún medio ironman en otoño. Sólo me apunto a la triatlón de Tossa de
Mar ( 1.500 , 90 de bici y 9 de correr ). Pero lejos de descansar cada día de
vacaciones hago una cosa u otra . Estoy entrenando como nunca y sin pressión y disfrutando de los paisajes . Empiezo a contarlo por facebook y me animo a
abrir este blog. Qué trabajo pero que me da. En casa me dicen que aparte de
hacer deporte y escribir tal que limpie un poco y haga la comida ....
Llega el día de Tossa pero me vuelve a ir mal.
El único aspecto positivo es que por priemera vez en Miguel Blanchart nos puede
venir a ver y animar. Acabo, pero con unas sensaciones pésimas producto de unos
errores tácticos que se puede leer en otra publicación de este blog.
Me desanimo y no sé si competir más . Por
suerte pero, decido hacer la
triatlón de Banyoles. Hace un frío que pela y voy solo (nadie del equipo, ni Anna,
ni ningún otro familiar). Pero me sale una buena carrera, sin presión y acabo
con unas sensaciones muy buenas corriendo. Por fin he terminado bien. Mejor
tarde que nunca, no?
Acabo con una gran foto con dos cracks de la
larga distancia : Marcel Zamora y José Cano.
Durante la temporada he competido poco y mal,
pero al final he acabado muy contento, que de eso se trata.
Y para terminar la temporada hacemos la
segunda salida Mataró- Montserrat , 110 km de bibicleta y algunos desniveles
importantes pero acompañados de una gran familia que me hacen que cada día de
sufrimiento, cada mal momento siga teniendo las mismas ganas de entrenar que
hasta ahora.
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